Not-Quite-Devastating News

From FoxNews:

Starbucks to Raise Coffee Prices (gasp!)

Three observations:

1) Why is it news that a company is raising its prices? Doesn't that happen all the time?

2) Granting that this is an out-of-the-ordinary price hike, one might speculate that if milk weren’t the primary ingredient in most of their beverages, they wouldn’t be having this problem, would they? The moral of the story: Drink Black Coffee!

3) Read the article carefully, especially the quote from that Dan guy who put a buy rating on sbux. I’m not an economist, but how is raising prices going to help sales go forward?

Just a couple of thoughts as I keep my fingers on the pulse of the global coffee industry for you.

Doing Something

Sometimes, sitting around talking about stuff is really important. A lot of people these days do things without talking about them first, which rather implies that they haven’t thought much about them either. And doing things without thinking/talking them through can be ill-advised at best. (A related problem is people who say things without thinking about them, too...)

Talking about things gets other people’s opinions into the open. It also opens up one’s own thought processes to public scrutiny, kind of like having someone proof-read a paper before it gets turned in. With a few friends, a favorite beverage, and a couple of hours, there’s almost no problem that can’t be “solved” ― at least, to the satisfaction of those in the room.

Sometimes, however, sitting around talking about stuff is less-than-constructive. It may even give the illusion that “something is being done” about a problem or concern when, in fact, nothing is happening. At such times, action is required rather than mere words. One can’t help but be reminded of the P.F.J. meetings in Monty Python’s classic Life of Brian ― “this calls for immediate discussion!”

At any rate, I have opened another blog to deal with both of the above situations. I’m calling it What Are We Going To Do About It?, or WAWGTDAI? for short. I’ve decided that the form, style, and content will vary enough from the vague, comfortable, lukewarm vapid-ness that characterizes this blog that it’s best to host those discussions elsewhere, and I’m hoping that posting to WAWGTDAI? doesn’t adversely affect my already-atrocious writing schedule at Café Diem.

What Are We Going To Do About It? is, above all, a place for me to talk about news, politics, and other current-events stuss that is important to me, with the hope that family, friends, and a wider community of readers might find what I have to say interesting, helpful, thought-provoking, and perhaps paradigm-shifting. I invite all of you to drop by often, read what I have to say, form an opinion, comment, etc. But even more than just talking, as the blog’s title indicates, the goal of this new blog will usually be some kind of action.

Sometimes, the action will be nothing more than staying informed and helping others to do the same. It might not be a specific action right now ― as a teacher, I’m quite used to imparting information that won’t get used for a long time into the foreseeable future ― but eventually, if I am faithful enough in writing, there will come a time when we will be called upon to do something.

¿Qué hiciste durante las vacaciones?

Una pregunta muy común entre los estudiantes en los primeros días del año escolar es, “¿Qué hiciste durante las vacaciones?” Todos los amigos quieren saber qué hay de nuevo, o si algo interesante te pasó cuando no estabas en la escuela.

Pues, doce jóvenes norteamericanos tienen una respuesta muy interesante a esta pregunta. Su respuesta a la pregunta “¿qué hiciste durante las vacaciones?” es: “Dios me regaló la oportunidad de cambiar la vida de una persona.”

Cambiar la vida de una persona – es una cosa muy bonita hacer durante las vacaciones. Pero, ¿cómo? ¿Cómo puede cambiar una vida en una semana? Déjenme explicar…

Cada año, por los últimos siete años, un grupo de jóvenes viene a Sonora de Wisconsin Lutheran High School, una escuela secundaria en Milwaukee, Wisconsin, en el norte de los EE.UU. Los estudiantes vienen con un poco de español, un poco conocimiento de la cultura mexicana, y mucho amor en sus corazones por Jesucristo. Vienen para compartir algo de sus bendiciones físicas, en la forma de ropa o zapatos o vitaminas o juguetes. Vienen para compartir su amor, en la forma de conocer a los niños mexicanos en los pueblos. Y vienen para compartir su fe en las buenas nuevas del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, en la forma de historias bíblicas y canciones espirituales.

Yo tengo el privilegio de ser un maestro a estos jóvenes norteamericanos. He venido cinco veces a los pueblos de Sonora con Misión para los Niños con grupos de estudiantes. Muchos de Uds. ya me conocen – soy el pelirrojo alto que no habla muy bien el español. Creo que es un gran regalo de Dios que él me permite hacer este viaje cada año. Es un gran regalo conocer a todos Uds. y trabajar junto con Uds. en el Reino de Dios (y también disfrutar a mucha comida muy rica). Realmente es un privilegio inestimable hacer lo que puedo hacer.

El año pasado, una de las señoras en uno de los pueblos me dijo que los jóvenes estudiantes con quienes viajo están en una época muy difícil en sus vidas, pero que “es muy bonito que pueden venir aquí. Es bueno verlos trabajar por Cristo.” Recuerdo ese comentario muy bien, porque es la razón que vengo. Es la razón que venimos.

“Trabajar por Cristo.” No hay una cosa más bonita, ni más importante en todo el mundo. Los estudiantes, como los apóstoles, abren sus ojos y ven que los campos están sembrados, y la cosecha está madura. Quieren trabajar por Cristo, para recoger “el fruto para vida eterna” (San Juan 4:35-36). Quieren ser mensajeros de la gracia y el amor de Dios, quien envió a su Hijo Único para salvar al mundo. Quieren compartir el mensaje simple y importantísimo, “Jesús te ama,” a cada persona que les escuche.

“Trabajar por Cristo.” Ellos trabajan con la oración que cuando los niños mexicanos miran a ellos, que ven el amor de Dios que es el motivo de todo que hacen. Recordamos las palabras de Cristo: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí” (Mateo 25:40).

Vinimos a Sonora. Visitamos a los pueblos. Enseñamos las lecciones. Jugamos y charlamos. Conocimos a muchas personas fantásticas. Recibimos una hospitalidad sin igual. Y después, en muy poco tiempo, tuvimos que regresar otra vez a nuestras casas y familias en el norte. Cuando regresamos, y empezamos de nuevo otro año escolar, siempre hay esa pregunta: “¿Qué hiciste durante las vacaciones?” Y la respuesta siempre es lo mismo: “Dios me regaló la oportunidad de cambiar la vida de una persona.”

Pero la persona de que hablamos no es un mexicano, aunque tal vez pudimos hacer algo pequeño por otra persona. No – las vidas que cambiaron son nuestras. Nosotros somos las personas que cambiaron, que crecieron en la fe, que conocieron el amor de Jesús, mostrado en las vidas de la gente de Sonora. Vinimos a sus pueblos y a sus casas y nunca seremos lo mismo.

Muchas gracias.

(originally written for the newsletter for Mission to the Children, Tucson AZ / Sonora Mexico)